20/6/07

códigos, claves, símbologías...

Había escrito mas de mil palabras,
y todo se redujo a cenizas.
Había ideado muchas
extrañas maneras
de preservar
con inocencia
su alma descolorida.
Nadie entendió,
más que su alma gemela oculta,
la gran cantidad de idioteces
que en su cuaderno de decepciones gráficas escribía.
Por esta razón fantaseaba en secreto,
con sus ojos, con su boca,
que le pertenecían completamente pero que nunca probaría...

por engaño, por esa célebre agonía.
Fue tan optimista el tiempo, y le dio siempre esa mísera esperanza,
la hizo creer que por fin llegaría aquel día que su corazón a buen puerto,
partiría.

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